En primer lugar mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar glas hasta conseguir una textura cremosa.
A continuación añadimos las 4 yemas de huevo, la vainilla y la ralladura de limón y mezclamos de nuevo.
Añadimos la harina de todo uso, la maicena, la harina de almendras, la sal y la levadura y mezclamos hasta conseguir nuestra masa de galletas.
Enfriamos la masa en una bandeja o cubierta con un film al menos una hora. Si la dejáis enfriar toda la noche será muy fácil darle forma.
Extendemos la masa en una superficie enharinada con a ayuda de un rodillo y con la ayuda de un cortador (o un cuchillo si no queremos complicarnos) y le damos forma a las galletas.
Colocamos las galletas sin hornear sobre nuestra bandeja de horno o bandeja de galletas. Podéis utilizar papel de horno.
Precalentamos el horno a 180º Celsius (356º Fahrenheit) con calor arriba y abajo.
Horneamos nuestras galletas durante 3-5 minutos, hasta que estén ligeramente doradas. Debido a su pequeño tamaño debéis estar muy pendientes del horno, se hornean muy rápido.
Dejamos enfriar y ¡disfrutamos!