En primer lugar, si tenemos tomates secos en aceite de oliva los troceamos bien, a mano con unas tijeras o con la ayuda de una batidora.
A continuación, mezclamos bien todos los ingredientes secos: harina, sal, levadura, tomillo, romero y chile en polvo
Añadimos la mantequilla y mezclamos con ayuda de unas varillas, a mano o eléctricas.
Finalmente añadimos el huevo y mezclamos hasta conseguir una masa uniforme.
Estiramos y dejamos reposar tapada en la nevera unas horas, tapada con film o papel de horno.
Precalentamos el horno a 180 º centígrados.
Preparamos la bandeja de horno donde vayamos a preparar nuestras galletas con papel de horno.
Sacamos la masa de galleta de la nevera y damos forma con ayuda de un cortador de galletas o un cuchillo. En este momento podemos decorar cada galleta con un poco de tomillo y sal al gusto.
Horneamos a 180º Centígrados con calor arriba y abajo hasta que las galletas se doren ligeramente.
Dejamos enfriar sobre una rejilla y servimos.