Precalentamos el horno a 200º centígrados con calor arriba y abajo.
Forramos con papel un molde de 25 cm de diámetro. Es importante que el papel sobresalga por los laterales del molde.
Batimos el azúcar y la crema de queso hasta que ambos ingredientes se integren y le añadimos la sal.
Añadimos los huevos de 1 en 1, la nata y la harina y removemos bien con una espátula. La mezcla no debe contener un exceso de aire.
Horneamos durante 50-60 minutos, en función de vuestro horno. El centro de la tarta puede parecer un poco líquido al final del horneado. No es problema. Observad que la mayor parte de la superficie de la tarta esta cuajada y la capa superior bien tostada antes de sacar la tarta de queso del horno.
Dejad enfriar varias horas antes de desmoldar y servir y a disfrutar.