En primer lugar lavamos bien un limón al que retiraremos la piel con la ayuda de un cuchillo o pelador.
Calentamos la leche junto a la piel de limón y una rama de canela con una en una olla o recipiente lo suficientemente grande para que nos sea cómodo remover nuestro arroz con leche.
Cuando la leche comience a calentar, pero sin llegar a hervir, añadimos el azúcar, la mantequilla y el arroz.
Dejamos el arroz con leche a fuego medio y removemos con una cuchara de madera o espátula que aguante el calor. Es importante que el fuego se encuentre a una intensidad media y que no dejemos de remover cada poco para evitar que el arroz con leche se pegue o se queme al recipiente.
Cuando el arroz con leche lleve aproximadamente media hora podemos retirar con cuidado la piel de limón y la rama de canela, ya que en este momento comenzará a espesar un poco.
Continuamos removiendo hasta que tengamos un arroz con leche cremoso en el que la leche se haya evaporado lo suficiente. El tiempo exacto dependerá del tipo de arroz y la intensidad del fuego que utilicemos, pero serán alrededor de 45-50 minutos. En las fotos podéis observar que la textura es de crema, casi recuerda a una bechamel.
Colocamos el arroz con leche en los recipientes que vayamos a servirlo con cuidado de no quemarnos. No os preocupéis si aún no tiene una textura muy firme, aún debe enviarse y espesar un poco más.
Dejamos enfriar y servimos espolvoreado con abundante azúcar blanco que caramelizaremos con un quemador justo antes de servir, o con canela molida, y ¡a disfrutar de nuestro arroz con leche al estilo asturiano!