Si utilizamos levadura instantánea comenzamos mezclándola con la leche templada y la dejamos actuar, este paso no es necesario si utilizamos levadura fresca.
Mezclamos los ingredientes secos: harina, azúcar y levadura fresca.
Añadimos la leche y el huevo y comenzamos a amasar.
Poco a poco vamos incorporando la mantequilla a temperatura ambiente sin dejar de amasar.
Amasamos hasta conseguir una textura homogénea y que no se pegue a las manos. Si utilizáis amasadora o robot de cocina alrededor de 15 minutos, si amasáis a mano debéis echarle paciencia.
Dejamos reposar cubierto con un film o paño húmedo durante al menos una hora.
Amasamos ligeramente sobre una superficie enharinada y dividimos en 2 la masa.
Con la ayuda de un rodillo extendemos la masa en forma de rectángulo.
Extendemos la mantequilla derretida sobre la masa y añadimos el cacao en polvo, el azúcar moreno, el chocolate troceado y la almendra.
Enrollamos la masa sobre si misma y cortamos en trozos de aproximadamente 2 cm (ver foto).
Colocamos en un molde cuadrado con separación entre los rolls, o en moldes de magdalena y dejamos reposar tapados durante otra hora, o toda la noche en la nevera. La masa volverá a doblar su volumen.
Precalentamos el horno a 180º Celsius (356º Fahrenheit).
Horneamos durante 20-25 minutos con calor arriba y abajo, en función de vuestro horno, podéis cubrirlos con papel de albal los últimos minutos si observáis que se tuesta demasiado la superficie.
Podéis preparar una cobertura de chocolate calentando nata en un cazo y retirando del fuego antes de que empiece a hervir, en ese momento podéis añadir el chocolate de cobertura y remover hasta que se derrita completamente.
Verter el chocolate de cobertura sobre los rolls de chocolate y espolvorear con praliné de almendra.