Precalentamos el horno a 180º Centígrados.
Molemos con el robot de cocina o batidora la mitad de la almendra en grano fino (casi como harina de almendra) y reservamos.
Trituramos la otra mitad de la harina en grano grueso, casi como cuando se prepara o decora con almendra crocanti.
Mezclamos la almendra en las dos texturas y tostamos ligeramente hasta que se dore en el horno, unos 5-7 minutos. Este paso lo obviaremos si compramos harina de almendra o almendra ya tostada.
Dejamos enfriar la almendra molida y tostada.
Mezclamos todos los ingredientes mano o con unas varillas: almendra molida, mantequilla, huevos, canela, ralladura de limón y el cognac.
Preparamos con papel de horno y/o engrasando un molde de horno redondo de unos 20-25 cm de diámetro.
Horneamos entre 30 y 40 minutos, dependerá del horno, hasta que la superficie esté tostada y el interior jugoso.
Dejamos enfriar.
Decoramos con azúcar glas y ¡a disfrutar de nuestra Tarta de Santiago casera! Podemos servirla con nata, licor-café o sola.